San José, Costa Rica. 05 de setiembre del 2024. –El Conservador CR- El 19 de agosto la Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó una noticia en la que afirmaba que el sistema fiscal mundial necesita una reforma y un nuevo tratado para ayudar a las naciones del mundo a impulsar el crecimiento económico y alcanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 17 objetivos.
Para ello, la ONU viene desde hace tiempo desarrollando la Convención Marco sobre Cooperación Tributaria Internacional, que “tenga el potencial de abordar significativamente la arquitectura de los sistemas financieros mundiales”, para que la tributación internacional sea más eficiente e inclusiva y que apoye el desarrollo sostenible.
Según ellos, el objetivo es que: “… la fiscalidad internacional, con el potencial de afectar significativamente a la arquitectura de los sistemas financieros mundiales y la forma en que el dinero de los impuestos se utiliza para el bien público.”
¿Quiénes deberán pagar más impuestos?
Pues las grandes empresas multinacionales y las personas con alto patrimonio. Si no, no obtendrán sus certificaciones de empresas sostenibles bajo los criterios ESG (Medioambiente, Social y Gobernanza) que ya venían gestionando basados en los ODS y serían castigadas financieramente.
Esas empresas que hoy están adheridas a la Agenda 2030 para obtener dichas certificaciones otorgadas por la ONU impulsando algunos de los objetivos sostenibles serán las primeras sacrificadas en el nuevo tratado fiscal.
¿Sabrán los empresarios que mediante ese mecanismo alimentan este sistema que va a acabar con ellos?
El Documento Marco dice que el tratado fiscal pretende garantizar que las grandes empresas y personas adineradas, paguen los impuestos que les corresponde, independientemente de donde operen. Asimismo, el aumento de impuestos no los termina pagando las empresas, sino el consumidor final, que tendrá que sacar de su bolsillo más dinero para complacer una voraz política fiscal internacional que tendrá como un seguro resultado el aumento de la pobreza.
Específicamente en Costa Rica, tenemos a algunas empresas complacientes de las políticas ESG bajo los estándares de los ODS, que según el “Ranking de las empresas diversas, equitativas e inclusivas 2024” publicadas por la revista SUMMA son: Arcos Dorados, Walmart, Bac Credomatic, FIFCO, Astra Zeneca y Dos Pinos.
Estas serán, indiscutiblemente, las empresas que en primera estancia tendrán que cumplir con el tratado fiscal.
La ONU no se detiene solamente en el cumplimiento de los ODS, va por más y cada vez exigirá más cumplimientos a quienes les han abierto las puertas de par en par a sus políticas de sostenibilidad.
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En la reciente reunión de los "salvadores del planeta", donde el presidente de Costa Rica Carlos Alvarado, sólo fue a hacer el ridículo, nos terminaron de vender, ningún medio nacional ha expuesto la barbarie que es la capitalización de la naturaleza por el globalismo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha atribuido la potestad de interferir en la soberanía de todos sus países miembros para la toma de decisiones en cuanto al manejo interno de la pandemia del COVID -19. Y así lo pretende continuar haciendo, de firmarse un acuerdo internacional donde dirán cuales serán las medidas que tendrán que adoptar cada país frente a futuras pandemias.
Una vez más un gobierno de la República de Costa Rica aprovecha mientras el pueblo está entretenido con el juego mundialista en Catar de la Selección Nacional y le mete al pueblo un golazo.